sábado, 10 de octubre de 2009

Mis nubes


Para leer mientras se mira el cielo...

Mis nubes
hacían el amor

en el celeste cielo
y un orgasmo de lluvia fría
bañaba mi cuerpo vagabundo en la mañana.

Mis nubes
eran naves sin rumbo
perdidas en un mar de vientos helados
que golpeaban sus efímeras existencias:
tan semejantes a la existencia mía.

Mis nubes
se perdían en la distancia de la tarde
mientras el crepúsculo
las maquillaba caprichosamente,
y una cometa arrebatada les hacía compañía
en la inmensidad de arriba
y les contaba sobre mis días
en la inmensidad de abajo.

Mis nubes
-ya llegada la noche-
se hacían transparentes, transparentes
y abrían paso a la distante luz
de una estrella
que en mis ojos sembraba el sueño;
era entonces
cuando ellas cerraban los húmedos ojos,
asustadas por la luna
que me observaba dormir
en el banco solitario
de una solitaria plaza.
Era así
como entre el miedo y el sueño
mis nube y yo
esperábamos el mañana.

1 comentario:

Luis Gomez dijo...

Hermoso Santiago, un abrazo.